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¿Intentando perder peso?

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martes, 30 de agosto de 2011

RESERVAS DE SANGRE CONGELADA


Una técnica nueva es la "criopreservación de sangre autóloga", es decir, la conservación en frío de la propia sangre. Esto le permite al paciente disponer de una reserva de hematíes propios, además de beneficiar a aquellas personas que tienen grupos sanguíneos infrecuentes. En la actualidad, todas las técnicas de congelación de hematíes para uso transfusional utilizan glicerol como agente protector del glóbulo rojo.

El procedimiento se inicia con la realización de tres o más extracciones de 500 mililitros al paciente, con intervalos variables entre 20 y 50 días. A la sangre autóloga extraída en cada oportunidad se le hace una serie de determinaciones para detectar la presencia de anticuerpos contra los microorganismos causantes de enfermedades de transmisión sanguínea: sífilis, Chagas, brucelosis, hepatitis B y C, SIDA, enfermedad neurológica y hematológica por HTLV 1 -2 y enfermedad por citomegalovirus.


domingo, 28 de agosto de 2011

EL CEREBELO


El cerebelo utiliza los datos sensoriales para equilibrar el tono muscular, el equilibrio y la postura Ubicado por encima del bulbo raquídeo el cerebelo está constituido por una parte central y dos hemisferios lateralmente extendidos cuya forma se asemeja a las de las pinas. Su superficie gris está formada por cuerpos de células nerviosas debajo de las cuales existe una masa de sustancia blanca, compuesta por haces de fibras que lo relacionan con el bulbo y con regiones superiores del encéfalo.

El tamaño del cerebelo en los diferentes animales está relacionado con el grado de su actividad muscular. Como esta estructura coordina y regula la contracción muscular, su tamaño resulta proporcionalmente mayor en los animales muy activos, tales como las aves. El cerebelo ayuda a la corteza motora cerebral a integrar el movimiento voluntario.

Procesa la información sensorial de los ojos, oídos y receptores del tacto y musculosqueléticos. Integrado con el sistema vestibular, el cerebelo utiliza los datos sensoriales para equilibrar el tono muscular, el equilibrio y la postura. Cuando un golpe o una enfermedad dañan el cerebelo humano, todos los movimientos musculares son incoordinados y resulta imposible realizar cualquier actividad que requiera una coordinación delicada, tal como enhebrar una aguja.


viernes, 26 de agosto de 2011

Autotransfusiones sanguíneas


Se han comenzado a desarrollar en varios servicios de medicina transfusional de algunos países diversas técnicas para disminuir al mínimo el uso de sangre que no sea la propia y que son conocidas con el nombre genérico de autotransfusión. Estas son, básicamente, las siguientes:

1 - Recuperación, durante la cirugía, de la sangre que se pierde. Consiste en aspirar la sangre que el paciente pierde en el transcurso de la operación y enviarla a un recipiente especial, en el que es filtrada. Una vez realizado este procedimiento, la sangre pasa por una máquina donde se lavan los glóbulos rojos recuperados y luego se almacena en una bolsa para ser transfundida al paciente.

2 -Hemodilución norvolémica intraoperatoria. En este caso se le extrae sangre al paciente, durante el comienzo de la anestesia, y se le repone suero. El procedimiento tiene sus riesgos y requiere un estricto control.

3 -Depósito previo. El método se basa en extraer sangre antes de la intervención quirúrgica y guardarla para ser transfundida durante o después de la misma si el paciente la necesita. El inconveniente que tiene es que no puede aplicarse en operaciones urgentes y que la sangre debe ser descartada a los 28 o 30 días de ser extraída si no es utilizada.


miércoles, 24 de agosto de 2011

Transfusiones sanguíneas


Para disminuir al mínimo la utilización de sangre ajena, y con ello los riesgos de contagio de alguna enfermedad, la medicina ha desarrollado técnicas de autotransfusión. La más aceptada es la criopreservación, que le permite al paciente contar con una reserva propia de glóbulos rojos.

Las transfusiones sanguíneas evitaron innumerables muertes desde su implementación como técnica terapéutica, no obstante lo cual algunas de sus complicaciones la transforman en una práctica riesgosa. La transmisión de enfermedades, pese a los mejores recaudos serológicos, es un hecho inexorable y son cada día más las patologías que pueden contagiarse de la sangre homologa o alogeneica -es decir ajena- muchas de ellas mortales. También son relativamente comunes la incompatibilidad, las reacciones transfusionales no inmunes y la sensibilización.

Además de estos problemas, la transfusión de sangre que no es la propia en algunas oportunidades puede ejercer efectos inmunosupresores -al descender las defensas del organismo- o incrementar infecciones posoperatorias.


viernes, 19 de agosto de 2011

ACTINOMICETOS O ACTINOMICETALES


Los actinomicetos son una clase de microbios difícil de definir, intermedia entre bacterias y hongos. Poseen micelio como los hongos o bien son bacterias muy largas. No tienen núcleo aparente y pueden formar esporas similares a las de los hongos. El micelio es generalmente ramificado y puede dar origen a esporas en sus extremos.

Muchos actinomicetales tienen un marcado olor a tierra. Estos microbios colaboran, probablemente, con los hongos en la producción del olor peculiar de los sótanos. Se ha atribuido a los actinomicetales el ser la causa principal del olor del suelo. Parecería que durante una temporada de clima seco estos microbios tenderían a producirse y por ello el olor de la tierra, que no siempre es perceptible, es marcado luego de una lluvia en un día cálido.

Los actinomicetes del suelo forman pequeñas colonias de varios colores.

miércoles, 17 de agosto de 2011

LA FIEBRE como mecanismo de defensa



Finalmente, para concluir este resumen no completo sobre las defensas de nuestro organismo (haría falta un volumen para ello), diremos que incluso la fiebre resulta un mecanismo defensivo común y sin embargo poco conocido. Es el efecto de un proceso muy complejo.

Obedece a diversas causas y sirve a su vez, entre otras cosas, como medio orgánico de defensa. Por de pronto, según opiniones autorizadas, la fiebre contribuye a la destrucción de los gérmenes patógenos.

domingo, 14 de agosto de 2011

DEFENSAS "ANATÓMICAS" del cuerpo humano


Debido a la singular importancia de algunos determinados órganos, como los ojos, los pulmones, el cerebro, el corazón y otros, la naturaleza ha creado a su alrededor un sistema formidable de defensas. Observemos por ejemplo los ojos. Se hallan encastrados y protegidos en la cavidad orbitaria, excavada en el hueso; por delante, existen dos pliegues de piel, los párpados, que sirven de verdadera cortina móvil; las pestañas y las cejas tienen también una función protectora, sea para impedir el ingreso de cuerpos extraños, sea para mitigar el exceso de luz.

En cuanto al cerebro, es un órgano delicadísimo que está resguardado en la robustísima caja craneana así como la medula espinal en el interior de la columna vertebral. Y en lo que se refiere al corazón y los pulmones, órganos esenciales para la vida, se hallan perfectamente parapetados en el interior de la caja torácica.

Como puede observarse, la ubicación de nuestros distintos órganos y aparatos no atiende sólo a la mejor disposición, de acuerdo con las funciones que específicamente tienen asignadas en nuestra fisiología, sino que todos ellos, además, están situados de manera que se encuentren totalmente resguardados contra cualquier lesión eventual procedente del exterior, y en plena disposición de defensa contra un ataque físico.




viernes, 12 de agosto de 2011

DEFENSAS CONTRA LOS VENENOS DE LA SANGRE


Cuando una avispa nos pica, la zona se enrojece, hay dolor y ardor y, después de unos minutos, el lugar de la picadura se hincha. Pero no hay que asustarse, ya que ello es un buen signo de que el organismo ha organizado su defensa. La avispa, al picar, inyecta en los tejidos un veneno; en este caso, las arterias permiten la salida de líquido acuoso, que quita el veneno a la sangre y lo diluye.

Los tejidos, así embebidos, se hinchan de un modo poco elegante, pero el veneno se torna casi por completo inactivo. El organismo se defiende, de este modo, contra cualquier sustancia tóxica introducida en los tejidos por los agentes externos que lo atacan.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Defensas externas contra las bacterias


Como dijimos, las bacterias dentro del organismo, se traban con los leucocitos. Pero también en su parte exterior, el cuerpo humano logra defenderse eficazmente. Millones de microbios, cada día, se posan sobre la superficie de los ojos o penetran en las fosas nasales.

Pues bien, las lágrimas que los párpados extienden continuamente sobre la parte anterior de los ojos contienen una sustancia (la lisozima) que es bactericida, esto es, destructora de microbios. Incluso el mu-cus que recubre las fosas nasales es capaz de matar los gérmenes que se posan sobre él. En suma, el aire que es inspirado a través de las nariz se esteriliza, prácticamente, al pasar por ella.

lunes, 8 de agosto de 2011

Defensas del cuerpo contra sustancias peligrosas


Puede suceder a cualquiera, especialmente a los niños, el ingerir por error sustancias peligrosas para el organismo; es también una cosa común que un trozo de alimento "se vaya por mal lugar"; es decir que se introduzca en la tráquea en lugar de hacerlo en el esófago. Tampoco aquí faltan, por cierto, las defensas. En muchos casos se cierra el cardias, o sea, la abertura que comunica el esófago con el estómago; y en otros, el estómago, contrayéndose bruscamente, expele las sustancias peligrosas por medio del vómito.

Cuando cuerpos extraños penetran en las vías respiratorias, el organismo reacciona con violencia y decisión; la laringe, irritada, se contrae espasmódicamente y provoca la tos, penosa pero útil, lo que permite muchas veces la eliminación de la partícula nociva.

Si siempre nos resulta molesto toser y lagrimear, debemos pensar que bien vale la pena ese pequeño fastidio ya que ello contribuye a desplazar los cuerpos dañinos. El polvo, dada su pequenez, puede penetrar en los bronquios sin que se note una reacción ; sin embargo, aun en este caso el organismo se defiende. La tráquea y los gruesos bronquios están, en su parte interna, tapizados por una capa de finísimas cilias que, moviéndose ininterrumpidamente de abajo hacia arriba, expelen buena parte de las partículas de polvo. Como vemos, todo está previsto.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Defensas del cuerpo humano contra el frío y el calor


Nuestro organismo lucha contra el frío, aunque no nos demos cuenta, por medio de tres mecanismos. Primero, disminuyendo la circulación de la sangre en la periferia, por acción de los nervios vasoconstrictores (los que estrechan los vasos sanguíneos). La piel palidece, se enfría y así disminuye la pérdida de calor. Pero si el frío aumenta, los vasoconstrictores se paralizan, la sangre afluye en cantidad a los vasos de la superficie y la piel se enrojece, lo vemos en la cara, la piel y las manos. Esto es un mecanismo de defensa contra un excesivo enfriamiento.

En segundo lugar, combatimos el frío aumentando la producción de calor interno, lo cual ocurre por la mayor cantidad de grasa que se quema y por el mayor apetito que suele despertarse en el invierno. Por último, también nos defendemos contra el frío mediante contracciones musculares involuntarias (como el temblor), que repitiéndose con frecuencia generan calor.

También contra el calor excesivo el organismo tiene tres sistemas de defensa: primero, por la dilatación de los vasos sanguíneos de la superficie, con más circulación de la sangre y enrojecimiento de la piel, lo que provoca una dispersión del calor; segundo, por una abundante transpiración a través de la piel, puesto que el sudor, al evaporarse, sustrae calor; y tercero, el aumento del recambio de aire en los pulmones, lo que produce una mayor pérdida de agua en forma de vapor, y una mayor ventilación pulmonar.

lunes, 1 de agosto de 2011

La piel como defensa del cuerpo humano


Nuestro cuerpo se halla totalmente envuelto por una verdadera coraza, que aunque es sutil, elástica y flexible, cumple muy bien su papel principal: proteger el cuerpo de los factores externos de cualquier género, como lesiones, frío, calor, etc., y formar una barrera infranqueable contra los gérmenes patógenos y sus toxinas.

La piel es, en realidad, un sistema defensivo externo, que aisla al organismo del medio ambiente que lo rodea. Es más dura y sólida en los puntos más expuestos a cualquier ofensa; las extremidades de los dedos, por ejemplo, sometidas a frecuentes choques, están protegidas por las uñas, formaciones duras producidas por la piel.