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jueves, 7 de abril de 2011

Linfatismo y las glándulas linfáticas


SON pocos los niños que no hayan sido alguna vez afectados de linfatismo. Ello se debe a que con este término se designa un estado orgánico propio de la infancia. Cuando las madres intercambian impresiones sobre su prole, con frecuencia se oye decir: "Mi hijo es un poco linfático", o también: "El médico ha ordenado baños de mar a mi hijo, porque padece de un cierto linfatismo". Como se ve, es un problema bastante común; por cuyo motivo será útil conocerlo y seguir algunos consejos.



SE ASIENTA EN LAS GLÁNDULAS LINFÁTICAS

Linfatismo deriva de "linfa", que quiere decir agua. La linfa es un líquido claro que atraviesa las paredes de los vasos sanguíneos para llevar los materiales nutricios a la intimidad de los tejidos, o sea, a las células.

Pero en esta oportunidad es menester dirigir nuestra atención a las glándulas linfáticas, verdaderas estaciones de depuración de la linfa circulante, que existen en todo el cuerpo, sobre todo en el cuello, ingles, axilas, etc. Comencemos por decir que el linfatismo no es exactamente una enfermedad; los pedíatras (médicos de niños) lo consideran un estado constitucional, esto es, un estado particular del organismo de algunos niños. Por consiguiente, puede decirse que un niño es, normalmente, de constitución linfática.

El niño linfático es generalmente fácil de reconocer. Se manifiesta casi siempre pálido y muchas veces con aspecto de hinchado, porque en él la linfa tiene tendencia a salir de los vasos y a permanecer fuera, embebiendo los tejidos, que suelen tomar un aspecto turgente, como si estuvieran inflamados.

La detención de la linfa, o estasis linfática, se produce también en las glándulas correspondientes y en los acúmulos del mismo tejido, como son las adenoides y las amígdalas. Éstas adquieren entonces un desarrollo exagerado, lo mismo que los ganglios del cuello, de las axilas y de las ingles. A causa de ello, el párvulo posee una expresión característica, apagada, opaca.


Las glándulas engrosadas le impiden respirar por la nariz; por eso deben mantenerse casi siempre con la boca entreabierta. También el olfato, el gusto y la audición pueden ser alterados. Finalmente, del linfático se dice que se halla en estado asténico, o sea que padece una debilidad general, sobre todo muscular. Todos estos síntomas exteriores son fácilmente reconocibles; por lo que la madre puede darse cuenta del estado del niño y concurrir al médico a tiempo.

miércoles, 6 de abril de 2011

EL PERITONEO y la peritonitis


Es la membrana serosa que, con su hoja externa, tapiza las paredes de la cavidad abdominal y, con su hoja interna, envuelve los órganos en la misma (estómago, intestino, hígado, etc.). Para pasar de las paredes de la cavidad abdominal' a la superficie del intestino delgado, el peritoneo forma un repliegue, generalmente amplio, llamado mesenterio (del griego "mesos", en el medio, y "enteran" intestino).

Aparte de su función común de protección, el mesenterio tiene también una valiosa función de sostén, puesto que sostiene casi todo el tubo intestinal.

LA PERITONITIS
Es llamada así la inflamación del peritoneo. Es causada casi siempre por gérmenes provenientes de las visceras contenidas en el abdomen. La peritonitis puede ser difusa, cuando toma todo el peritoneo, o circunscripta, cuando toma sólo una parte de la membrana.

La peritonitis difusa, que suele comenzar en forma brusca, se manifiesta con dolor tortísimo en el vientre y vómitos frecuentes. Generalmente, sólo la intervención quirúrgica de urgencia da garantías de salvación, aunque, últimamente, el uso de los antibióticos ha venido a prestar una ponderable ayuda para el tratamiento de esta gravísima enfermedad. La peritonitis circunscripta suele ser la complicación de una apendicitis, o de una colecistitis (esta última se origi-oor una inflamación de la vesícula biliar).

lunes, 4 de abril de 2011

LAS PLEURAS y la pleuritis


Son las membranas serosas que envuelven los pulmones. Como todas las membranas serosas, la pleura está compuesta por dos hojas: una externa, que tapiza las paredes de la cavidad torácica, y otra, interna, que se adhiere a la superficie del pulmón.

En el intersticio que separa las dos hojas de la pleura, se encuentra una pequeñísima cantidad de líquido seroso, el líquido pleural. La pleura cumple una vital funcion protectora. Evita que los pulmones tengan que deslizarse sobre las paredes del tórax en los movimientos respiratorios.


LA PLEURITIS O PLEURESÍA
Es llamada así la inflamación de las pleuras, debida casi siempre a causas infecciosas, esto es, a gérmenes. La pleuresía puede ser seca, sin derrame de líquido (fibrinosa), o exudativa, con formación del mismo. Un signo típico de la pleuresía seca es el llamado frote pleural, que ausculta el médico durante su examen.

En condiciones normales, cuando las hojas de ¡a pleura se deslizan entre sí, no ocasionan ruido alguno; el frote se produce porque se ha depositado entre ambas hojas serosas cierta cantidad de fibrina, casi sólida, que obstaculiza aquel deslizamiento, haciéndolo ruidoso.

Si no es curada a tiempo, la pleuresía seca se transforma casi siempre en exudativa. En los casos graves se recurre a la paracentesis del tórax (toracocentesis) que, mediante una aguja, permite extraer el líquido, para aliviar la presión sobre el pulmón.

sábado, 2 de abril de 2011

EL PERICARDIO y la pericarditis


Esta palabra está formada por dos vocablos griegos: "peri", que significa alrededor, y "cardia", que quiere decir corazón. De acuerdo con su nombre, esta membrana recubre el corazón, cosa que hace hasta el lugar de nacimiento de los vasos gruesos (aorta, arteriea pulmonar, etc.). La hoja interna del pericardio, la que se adhiere al mismo órgano cardíaco en su superficie, es llamada también epicardio (del griego "epi", vecino, y "cardia", corazón). El líquido contenido entre el pericardio propiamente dicho y la hoja que hemos llamado epicardio, facilita los movimientos del corazón.

LA PERICARDITIS
Es llamada así la inflamación que toma el pericardio. Generalmente es producida por una enfermedad infecciosa, como la neumonía, la tuberculosis, el reumatismo articular agudo, etc. Existe la llamada pericarditis seca, caracterizada por la formación, entre ambas hojas de un fino retículo de fibrina, que puede obstaculizar los movimientos del corazón.

Otras veces, la inflamación del pericardio puede provocar la formación, entre ambas hojas, de una gran cantidad de líquido, que se acumula entre el pericardio y el epicardio.

En estos casos, la pericarditis se denomina húmeda, o con derrame. El excesivo depósito de liquido comprime el corazón y llega a dificultar sus movimientos. En casos graves es necesario practicar la paracentesis (del griego "para", vecino, y "chenteo", punción) o punción del pericardio, para extraer el líquido acumulado y liberar al corazón de la presión.

viernes, 1 de abril de 2011

Las membranas serosas


Ya hemos hecho notar otras veces, al hablar del sistema nervioso, que tanto el cerebro como el cerebelo y la médula espinal se hallan recubiertos por unas membranas llamadas meninges; éstas tienen, sobre todo, una función protectora, evitando que estos delicadísimos órganos se hallen en contacto directo con los huesos: los de la caja craneal para el encéfalo y los del conducto vertebral para la medula.

Sin embargo, no sólo el cerebro, el cerebelo y la medula, tienen el privilegio de estar protegidos de este modo. En efecto, todos los órganos contenidos en la cavidad torácica y una gran parte de los de la cavidad abdominal están envueltos también por membranas semejantes que, por contener una pequeña cantidad de un líquido seroso, se denominan en su conjunto membranas serosas.

CÓMO ESTÁN CONSTITUIDAS

Antes de hablar de cada una de estas membranas, diremos algo sobre ciertas características que son comunes a todas ellas. Comenzaremos por decir que cada una de las membranas serosas está formada por dos hojas, una interna y otra externa. Es evidente que el nombre de hojas se les aplica por la delgadez de las mismas. La hoja externa es aquella parte de la membrana serosa que tapiza la pared de la cavidad (torácica o abdominal) en donde se hallan los órganos.

La hoja interna, en cambio, es la que recubre directamente los órganos contenidos en las citadas cavidades. Es interesante notar que las dos hojas no son independientes una de otra sino que una es la continuación de la otra. En efecto, la membrana serosa, después de haber revestido la pared de la cavidad se repliega sobre sí misma, para recubrir el órgano contenido en la citada cavidad.

Si lo observamos atentamente, notaremos que las dos hojas están separadas entre sí por un intersticio, vale decir por un espacio mínimo. Allí se percibe una cavidad, que en condiciones normales es prácticamente virtual, ya que aquéllas están, podemos decir, en contacto entre sí.

Ahora bien, esta pequeña cavidad entre las dos hojas de las serosas contiene cierta cantidad de un líquido seroso, cuya función es la de lubricar, favoreciendo, de esta manera, el deslizamiento de una hoja sobre la otra, en los movimientos de los órganos que recubren. En efecto, si este líquido faltara, las dos hojas se pegarían entre sí, dificultándose de manera considerable los movimientos de los órganos.

Estas membranas son definidas como sacos carentes de abertura, destinados a rodear diversas cavidades. Son consideradas órganos de revestimiento que facilitan la dinámica de las visceras.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Los huesos del esqueleto

Según la edad del animal será la cantidad de huesos que hallemos en su esqueleto, esto se debe a que con el paso del tiempo muchos huesos del cuerpo se fusionan durante lo que se llama proceso de osificación.

Son 208 las diferentes estructuras esqueléticas que hay en el cuerpo de un ser humano, no siendo, como todos sabrán de igual tamaño. El más largo de todos los huesos del esqueleto es el fémur y el más pequeño es el estribo, un diminuto hueso que se encuentra en el oído medio.

Hay diferentes tipos de huesos: Huesos planos Huesos cortos Huesos largos

Largos, los de los brazos o piernas, cortos, los que están en la muñeca o las vértebras, y planos como los que conforman la cabeza.


El esqueleto es un conjunto de huesos y cartílagos. Pero, a todo esto, ¿qué es el hueso? El hueso es un tejido conformado por una combinación de células vivas, llamadas osteocitos, y sales de calcio. Al unirse se forma un tejido sumamente fuerte pero que no pierde la ligereza, contando además con gran resistencia.

Es importante recalcar que los huesos están en constante renovación.

lunes, 28 de marzo de 2011

cuerpo humano

cuerpo humano
Como hemos visto en oportunidades anteriores en el cuerpo humano en, los seres orgánicos e inorgánicos no pueden ser diferenciados en función de su composición química pues no se encuentran elementos en uno que no puedan ser hallados en los otros. Esta imposibilidad de diferenciar en cuanto a la composición química sucede también entre animales y vegetales. En lo que si varían es en la forma de agrupación.

En los vegetales son los compuestos llamados hidratos de carbono los que aparecen con mayor frecuencia. En los animales este predominio lo tienen los compuestos conocidos como sustancias albuminoideas. De todas formas ninguna es exclusiva en cada uno, sino que lo que varía es la cantidad.

lunes, 21 de marzo de 2011

Los órganos del aparato genital femenino



Antes de estudiar a fondo la anatomía de los ovarios que regulan y coordinan de manera cronométrica las funciones de la mujer para que cooperen en la concepción, es aconsejable hacer un repaso de los órganos destinados a la reproducción, o sea, los órganos genitales. El aparato genital femenino comprende:

  • Dos ovarios, que tienen la finalidad de formar los óvulos y cumplen una importante función como glándulas endocrinas.

  • Trompas de Falopio (dos conductos que terminan en un extremo cerca del ovario, y en el otro, en la cavidad del útero).

  • El útero, órgano destinado a acoger el producto de la concepción durante su desarrollo

  • La vagina

  • La vulva

sábado, 19 de marzo de 2011

Funciones principales de los ovarios



Su principal tarea es engendrar las células-huevo. Produce una serie de hormonas (sexuales femeninas) que actúan sobre:

  • las vías genitales
  • los depósitos de grasa de diversas partes del cuerpo
  • crecimiento del pelo
  • funcionamiento de la hipófisis
  • características psicológicas de la mujer (modificaciones de la personalidad durante el período de la pubertad y menopausia).


viernes, 18 de marzo de 2011

Anatomía de un ovario



Al igual que los testículos, los ovarios son dos glándulas endocrinas que segregan hormonas sexuales además de producir los óvulos para la reproducción. Con una forma semejante a una almendra, estos órganos pesan, en la mujer adulta, unos 6 a 8 gramos y sus dimensiones son de unos 3 centímetros de largo, 2 centímetros de ancho y están sostenidos en la parte posterior de la cavidad abdominal por mésentenos, pliegues membranosos que los fijan a la pared del cuerpo.

El aspecto y la función de los ovarios varían con el transcurso de los años. Así, por ejemplo, desde el momento del nacimiento pasando por toda la infancia hasta la pubertad, estos órganos no funcionan. Se presentan como dos pequeñas almendras lisas y rosadas que no llevan a cabo función alguna. Cuando la niña alcanza la edad de la pubertad (entre los 12 y 14 años) el ovario comienza a actuar.

Tal función se desarrolla de manera cíclica por lo que el órgano sufre una serie de modificaciones al término de las cuales se encuentra nuevamente en las mismas condiciones que en el punto de partida, de manera que se puedan volver a producir las mismas modificaciones a intervalos fijos y regulares.

Si estudiamos la anatomía de los ovarios, encontraremos que están compuestos por una cara externa, llamada epitelio germinativo, a partir del cual se desarrollan los óvulos, y una parte central formada por tejido conectivo y vasos sanguíneos.


Inmediatamente por debajo del epitelio germinativo hay una gruesa capa de grupos esféricos de células o folículos, cada uno de los cuales encierra un ovocito (o sea, una célula que, cuando el ovario entra en funcionamiento, está destinada a originar un óvulo). En el momento de nacer ya existen entre 100.000 y 400.000 folículos primordiales (y, por tanto ovocitos) pero sólo algunos de ellos llegarán a la maduración; muchos sufren un proceso regresivo aún antes de la pubertad, durante la cual el número de folículos primordiales oscila entre los 10.000 y 20.000 y continúa reduciéndose tanto que durante todo el período de vida fecunda de una mujer, el número de óvulos producidos es sólo de 400 a 500.

El diámetro de los ovocitos es de 48 a 49 milésimas de milímetro. En el folículo primordial, los ovocitos están rodeados por una sola capa de células epiteliales, que toman el nombre de células de la granulosa, cuya función explicaremos más adelante.