Control de los músculos
Normalmente nosotros no tenemos la sensación de la contracción de los músculos en los miles de movimientos que realizamos durante el día, porque su repetición ha borrado esta sensación, actuamos automáticamente. Pero cuando queremos aprender nuevos movimientos, entonces actuamos pensando, controlando mentalmente cada actitud que vamos a tomar.
Por ejemplo: cuando un sujeto quiere aprender a manejar una máquina, un auto. Está sentado firme en la dirección y piensa cada movimiento que va a realizar: mover una pierna, un brazo, le representa un trabajo mental. Al poco tiempo todos esos movimientos los realiza con soltura, automáticamente.
En resumen: dado el carácter de estos músculos, nosotros podemos saber en determinado momento si ellos están contraídos o están en relajación.
Normalmente nosotros no tenemos la sensación de la contracción de los músculos en los miles de movimientos que realizamos durante el día, porque su repetición ha borrado esta sensación, actuamos automáticamente. Pero cuando queremos aprender nuevos movimientos, entonces actuamos pensando, controlando mentalmente cada actitud que vamos a tomar.
Por ejemplo: cuando un sujeto quiere aprender a manejar una máquina, un auto. Está sentado firme en la dirección y piensa cada movimiento que va a realizar: mover una pierna, un brazo, le representa un trabajo mental. Al poco tiempo todos esos movimientos los realiza con soltura, automáticamente.
En resumen: dado el carácter de estos músculos, nosotros podemos saber en determinado momento si ellos están contraídos o están en relajación.