Hay casos de seres orgánicos en los que es sumamente simple identificar las diferencias, todo el mundo es capaz de distinguir un perro de un helecho, o sea un animal de un vegetal, pues sus formas de organización son diferentes ampliamente. Pero esto no es siempre así, a veces las diferencias son más sutiles e incluso imperceptibles por ejemplo entre algas. La separación que se da entre animales y vegetales complicados en formación es fácil de notar, pero a medida que los integrantes de los diferentes reinos se van haciendo menos complejos y las estructuras más simples las diferencias se hacen también menos notorias. Se diferenciarán o se asemejarán de acuerdo a los siguientes criterios: forma exterior, composición química, funciones de nutrición y en las relaciones.
