Tanto en los óvulos como en los espermatozoides de muchos animales, entre ellos los seres humanos, tienen cromosomas de un tamaño y forma diferente a los otros cromosomas llamados heterocromosomas, idiocromosomas y cromosomas x, sus nombres provienen del griego, donde hateros significa desigual e idios significa particular.
Pero comunmente se los conoce como cromosomas sexuales ya que ellos determinan el sexo, al encontrarse en las células sexuales o en aquellas de las cuales estas provienen. Su cantidad varía según la especie.
El óvulo es generado por células que tienen dos cromosomas x, cuando el óvulo no ha madurado tiene dos de estos mismo cromosmas y cuando alcanza su maduración se produce la división de uno de sus cromosomas x. Cada una de las mitades de este cromosoma x se expulsa hacia los glóbulos polares, de esta forma sólo queda un heterocromosoma en el óvulo, la mitad de las que tienen las células femeninas.