Los grupos sanguíneos se trasmiten según las leyes de Mendel que reproducimos de Dungern-Hirszfeld:
Primera ley. Las propiedades grupales A y B se heredan según las leyes de Mendel, como propiedades dominantes con relación a su ausencia. Ellas no pueden pues aparecer en el niño si ellas no existen en los padres.
Segunda ley. El padre o la madre 0 no puede tener un niño del grupo AB, y padre o madre AB no pueden tener un niño 0.
La tercera y cuarta leyes aluden a los grupos M y N que son otros aglutinógenos presentes en los glóbulos rojos y que se particularizan por no tener aglutininas.