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jueves, 16 de junio de 2011

El corazón humano



El corazón humano es un músculo hueco dividido en cuatro cámaras, situado debajo del esternón y entre los pulmones. Está dividido verticalmente en dos mitades, derecha e izquierda, cada una de las cuales tiene dos compartimientos. Los compartimientos superiores se llaman aurículas (o atrios) y los inferiores ventrículos. Estos últimos tienen paredes musculares gruesas por cuya contracción la sangre es impulsada desde el corazón hacia los pulmones y hacia el resto del cuerpo.

La sangre que viene de la cabeza y el cuerpo penetra dentro de la aurícula derecha por medio de grandes venas. Luego se abre una válvula que permite la entrada de la sangre al ventrículo derecho que se contrae, impulsándola a través de un gran vaso, la arteria pulmonar, que tiene dos ramas, derecha e izquierda. Cada una de ellas corresponde a un pulmón, dentro del cual se divide en un laberinto de capilares. En ellos la sangre se reabastece de oxígeno, volviendo al corazón por las venas pulmonares, que desembocan en la aurícula izquierda.

La apertura de una válvula (aurículo-ventricular) permite la entrada de la sangre —ahora oxigenada— al ventrículo izquierdo, que se contrae, impulsándola por todo el cuerpo. Las dos aurículas y los dos ventrículos se contraen más o menos juntos de manera tal que la sangre que se dirige a los pulmones y la que va al resto del cuerpo caen juntas; pero en todo momento, la sangre rica en oxígeno (que viene de los pulmones) está separada de la pobre en oxígeno (que procede del cuerpo).

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