Hay sustancias que no pueden ser atacadas por el líquido digestivo y estas permanecen en la vacuola digestiva, cuando se de el momento en el que se aproxime a la superficie, lo que se da por el movimiento que produce el protoplasma, reventará y lanzará los restos que no son digeridos al exterior. En este proceso la vacuola digestiva se transforma en vacuola fecal. Por esta razón es que las vacuolas digestivas no se mantienen quietas, ni tampoco mantienen su cantidad, unas van suplantando a otras, y unas conviviendo con otras durante un período de tiempo determinado.
En las células de los tejidos no se encuentra este proceso individual de expulsión de sustancias que no son digeribles, lo que sucede porque a ellas las sustancias ya llegan disueltas.
En las células de los tejidos no se encuentra este proceso individual de expulsión de sustancias que no son digeribles, lo que sucede porque a ellas las sustancias ya llegan disueltas.