A diferencia de las células femeninas, las que dan origen al espermatozoo tienen un sólo cromosoma x, y cuando se produce la divisón de estas células no se produce la división de este único cromosoma x, originando así distintos espermatozoos, unos con cromosoma x y otros que no tienen. Cuando se produce la maduración se generan espermatozoos de dos clases, unos sin heterocromosoma y otros que sí lo poseen.
Es por esta razón que pueden suceder dos cosas diferentes en la fecundación, pues los espermatozoides que fecundan al óvulo pueden tener o no heterocromosoma. Si tiene el huevo que resultará de tal unión tendrá dos heterocromosomas por lo que el ser que resultará tendrá dos también y será por lo tanto una hembra.
Por el contrario si el espermatozoo con el que el óvulo fue fecundado no tenía este heterocromosoma el resultante también tendrá uno solo y por lo tanto el nuevo ser resultará macho.
Es por esta razón que pueden suceder dos cosas diferentes en la fecundación, pues los espermatozoides que fecundan al óvulo pueden tener o no heterocromosoma. Si tiene el huevo que resultará de tal unión tendrá dos heterocromosomas por lo que el ser que resultará tendrá dos también y será por lo tanto una hembra.
Por el contrario si el espermatozoo con el que el óvulo fue fecundado no tenía este heterocromosoma el resultante también tendrá uno solo y por lo tanto el nuevo ser resultará macho.