El ojo - Epitelio pigmentario
Un ejemplo de la enorme importancia del epitelio pigmentario en la fisiología de la visión se pone de manifiesto por el siguiente hecho: la separación de la estrecha interacción entre los fotorreceptores y el epitelio pigmentario (desprendimiento de retina) determina, de mantenerse durante un cierto tiempo, la degeneración de los fotorreceptores y la consiguiente pérdida de visión en ese punto.
En la mayor parte de los casos es posible corregir esta alteración mediante procedimientos quirúrgicos. Sin embargo, cierto porcentaje de los casos (entre 7 y 10%) se complica por la proliferación descontrolada de las células circundantes, incluyendo las del epitelio pigmentario.
En esta situación patológica, además de proliferar, las células del epitelio pigmentario cambian su comportamiento biológico y comienzan a migrar y a invadir los distintos espacios oculares, constituyendo una entidad patológica conocida con el complicado nombre de vitreorretinopatia proliferativa. Si bien la cirugía también aquí es eficaz, la gran proporción de recidivas ha llevado a la búsqueda de tratamientos médicos coadyuvantes.
Las células del epitelio pigmentario provenientes de individuos adultos, al ser cultivadas, pierden muchas de las características que poseen en el órgano intacto y adquieren características presentes en la vitreorretinopatia proliferativa. De esta forma, el cultivo de dichas células constituye un notable sistema experimental para el estudio de diversos aspectos de su biología celular.
Un ejemplo de la enorme importancia del epitelio pigmentario en la fisiología de la visión se pone de manifiesto por el siguiente hecho: la separación de la estrecha interacción entre los fotorreceptores y el epitelio pigmentario (desprendimiento de retina) determina, de mantenerse durante un cierto tiempo, la degeneración de los fotorreceptores y la consiguiente pérdida de visión en ese punto.
En la mayor parte de los casos es posible corregir esta alteración mediante procedimientos quirúrgicos. Sin embargo, cierto porcentaje de los casos (entre 7 y 10%) se complica por la proliferación descontrolada de las células circundantes, incluyendo las del epitelio pigmentario.
En esta situación patológica, además de proliferar, las células del epitelio pigmentario cambian su comportamiento biológico y comienzan a migrar y a invadir los distintos espacios oculares, constituyendo una entidad patológica conocida con el complicado nombre de vitreorretinopatia proliferativa. Si bien la cirugía también aquí es eficaz, la gran proporción de recidivas ha llevado a la búsqueda de tratamientos médicos coadyuvantes.
Las células del epitelio pigmentario provenientes de individuos adultos, al ser cultivadas, pierden muchas de las características que poseen en el órgano intacto y adquieren características presentes en la vitreorretinopatia proliferativa. De esta forma, el cultivo de dichas células constituye un notable sistema experimental para el estudio de diversos aspectos de su biología celular.