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jueves, 30 de junio de 2011

El aparato respiratorio: bronquios, pulmones, lobulillos y alveólos


Los BRONQUIOS son unas ramificaciones, cada vez más finas y numerosas, gracias a las cuales el-aire se distribuye por todo el ámbito pulmonar. Los bronquios gruesos tienen un aspecto semejante al de la tráquea; pero a medida que se hacen más finos, sus paredes se adelgazan.

Los PULMONES son dos masas de tejido esponjoso y elástico, que se expanden y contraen siguiendo los movimientos de la caja torácica. El pulmón izquierdo está dividido en dos lóbulos y el derecho en tres. Ambos pulmones están cubiertos por la pleura. Es ésta una membrana serosa constituida por dos hojas, una de las cuales se adhiere a las costillas y la otra al pulmón. Entre ambas hojas hay un líquido lubricante que permite el libre deslizamiento de las mismas durante los movimientos respiratorios.

Los LOBULILLOS. Cada lóbulo pulmonar se divide en lobulillos de cerca de un centímetro cúbico de volumen. Hay 800 en el pulmón derecho y 700 en el izquierdo. A cada lobulillo llega una fina ramificación bronquial, dividida en una docena de ramificaciones más finas aún: son los bronquiolos.

Los ALVÉOLOS. Se encuentran en la extremidad de los bronquiolos terminales donde forman densfos racimos. Tienen la forma de vesículas hemisféricas. Cada alvéolo se halla revestido por una red de finísimos capilares. En el breve lapso de 27 segundos, el conjunto de los capilares pulmonares recibe toda la masa de nuestra sangre, que sobrepasa los cinco litros. Para que los alvéolos, sobre los cuales se extiende esa finísima red capilar, puedan dar cabida a tal cantidad de líquido, es indispensable que su número sea muy crecido (algunos centenares de millones). Extendidos, ocuparían una superficie de 100 a 150 metros cuadrados. A través de esta enorme superficie se produce el intercambio de gases entre el aire inspirado, que llega a un lado de la membrana, y la sangre que fluye por el otro lado, dentro de la red capilar.

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